Resulta que Porta, ese ente que nos acecha en redes sociales, publicidad y casi ya nuestros pensamientos fue a dar un concierto a A Coruña en una conocida gran superficie de venta de música, libros y demás.
Pero lo que el rapero barcelonés no se esperaba es que la gente que le esperaba, además de las adolescentes femeninas que, olvidando el tema que le hizo famoso y la dedicatoria que les hacía, lo aguardaban como unas histéricas, le aguardaban un grupo de raperos con intenciones no demasiado pacíficas.
Comenzó el concierto bajo gritos de “rapero de pastel”, para continuar con un lanzamiento de huevos y de otros objetos sobre el artista, por lo que se tuvo que suspender el concierto y desalojar a la gente que estaba allí. Cosas que pasan.